Decisiones.

Cuando te aclarares, que puede que sea mañana, dentro de una semana o dentro de un año, pero quiero que sepas que de un modo u otro, da igual el tiempo que haya pasado, que una parte de mi seguirá esperándote pase lo que pase. Y cuando te aclares, por favor haz que yo también me entere, aunque solo me digas que no quieres verme más, ya que en todo este tiempo me había planteado como sería volver a tenerte a mi lado, y la verdad me imaginé o que nunca llegaría o que duraría más tiempo que cuando estuvimos. Pero bueno, no fue ninguna de las dos, solo duró un par de besos. Aunque por una parte lo prefiero así, prefiero que tu estés bien. Y ahora después de todo lo vivido, espero que no te importe que tome el valor de llamarte amigo, y el de decirte que estoy aquí. Que estoy aquí para ayudarte, para darte un abrazo si lo necesitas y para intentar quitarte las ralladas. Espero que eso no se te olvide.

Ahora mismo

Nos pasamos la mitad del tiempo pensando en el pasado,
Y la otra mitad pensamos en el futuro...
Pero casi nadie se para a pensar en lo que quiere hacer ahora mismo
Y yo lo he pensado, y quiero irme contigo.
Me da igual si al final me acabo enamorando de ti,
O si esto sale mal, me da igual,
Porque es de verdad lo que quiero hacer.

Recuerdos, tan solo recuerdos.

Bueno, que decirte? La verdad es que ni se bien como empezar. 
Supongo que por como nos conocimos. Que no fue nada especial, no fue como en las películas ni nada de eso. Recuerdo que no hablamos mucho, apenas nos miramos, pero esos segundos en los que nos miramos para mi fueron suficientes para que de un modo, aunque fuera muy pequeño me fijara en ti.
El tiempo pasó. Estuvimos mucho sin vernos, y cuando nos veíamos, pues bueno, ninguno de los dos parecía tener intención de nada. Hasta que llegó una tarde. Esa tarde lo cambió todo. Hizo que te fijaras en mi. Nos hizo ver a los dos que teníamos muchas cosas en común. Que nos compenetrábamos, y que había algo más que amistad. Y lo más importante: te hizo a ti intentar tenerme, porque yo era muy cobarde para intentar sentir algo. 
Pero contigo esa cobardía se fue. Dejé de lado el miedo a enamorarme, a sentir algo, y el miedo a sufrir. Y fue entonces cuando poco a poco, día tras día, recuerdo tras recuerdo, mi corazón se dividió en compartimentos, y se iban llenando de algo muy bonito poco a poco. Y cuando pensaba que ya no entraba más, hacías algo: sonreías o me mirabas con esos ojos negros, y otro compartimiento oculto se abría y se llenaba. 
Para mi llegamos a tener algo increíble. Porque todo el mundo quiere tener un amor de película. Pero yo creo que incluso hemos superado eso. Para mi hemos tenido algo mucho mejor, algo verdadero y sobretodo loco. Un amor de esos que nunca se olvidan.
Pero bueno, el tiempo ha pasado, cada uno ha ido haciendo de nuevo su camino. Hemos ido creando nuevos recuerdos, hemos intentado atarnos a nuevas personas y olvidando a otras que al final no merecieron la pena.

Y como tu dijiste una vez: "El pasado es tan pesado que el muy carbón quiere pensar en un futuro sin pasar por el presente."
Pues sí, a veces el pasado es muy pesado, sobre todo cuando tienes recuerdos buenos y de personas que quisiste y te quisieron. Cuando recuerdas una a una casi todas esas palabras, miradas, besos y sonrisas. Pero el pasado se hace aún más cabrón cuando sabes que momentos como esos no podrán repetirse como recuerdos en un futuro.
Pero sabes qué? El presente también es muy cabrón. Te coge siempre por sorpresa. 
Y lo peor es que el futuro depende del presente. Que todo lo que pase ahora repercutirá en un futuro. Así que no debemos perder el tiempo. Porque de un modo u otro yo he perdido un gran tiempo, un año, ese año en el que tu ya no estabas. Porque he buscado una razón para que lo nuestro acabara. Y un día me lo explicaste, y por un momento lo entendí. Pero al rato automáticamente se me olvidó. Porque no quería ni una sola razón, ni un solo motivo por la que se tenía que acabar algo así. 
Y sabes que pasa? Que has sido demasiado importante para mi como para que ahora no seas nada. Por eso quiero que sepas que puedes confiar en mi. Que si tienes un problema yo te escucharé. Y que si necesitas apoyo yo estaré a tu lado para dártelo. 

Y como te dije antes por una parte es como si hubiera perdido ese año, porque me ha faltado alguien. Alguien que se riera de mi. Y que me enseñara que los problemas no tienen tanta importancia, solo que nosotros se la damos. Alguien que me enseñara a reírme de las tonterías. Alguien que me enseñara que el mundo podía ser distinto, que solo había que pararse, fijarse en los pequeños detalles, y entonces era cuando todo parecía más bonito. Y me ha faltado alguien que me mirara a los ojos y me dijera que me amaba.

A tres metros sobre el cielo.

Es hora de volver a casa. Es hora de volver a empezar, lentamente, sin dar demasiadas sacudidas al motor. Sin darle demasiadas vueltas. Con una única pregunta: ¿Volveré a estar alguna vez allí arriba, en ese lugar tan difícil de alcanzar? Allí, donde todo resulta más hermoso. Desgraciadamente, en ese mismo instante, ya sabe la respuesta. 


Fuera de mi ventana sólo veo coches veloces, motos alocadas, que dejan el tráfico atrás. He aprendido una pequeña verdad, el mundo te quiere rápido para que llegues a tiempo. Te quiere veloz para recordar sólo el sonido de tus pasos y es por eso que cuando te acuerdas que no vas a ningún lado y aceleras. 



-Las cosas se han puesto muy difíciles para nosotros. Me encantaría estar muy lejos contigo, sin que hubiera más problemas, sin mis padres, sin todos estos líos, en un lugar tranquilo, fuera del tiempo. 
-No te preocupes. Yo sé adónde podemos ir, nadie nos molestará. Hemos estado ya muchas veces, basta quererlo. 
-¿Adónde? 
-Tres metros sobre el cielo, donde viven los enamorados. 




De algo estoy seguro. 
No podrá quererla como la quería yo, no podrá adorarla de ese modo, no sabrá advertir hasta el menor de sus dulces movimientos, de aquellos gestos imperceptibles de su cara. 
Es como si sólo a mí se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos, el color real de sus ojos. 
Nadie podrá ver nunca lo que yo he visto. Y él menos que ninguno. 
Él, incapaz de amarle, incapaz de verle verdaderamente, de entenderla, de respetarla. 
Él no se divertirá con esos tiernos caprichos. 



Todo lo que tienes que hacer es ponerte los cascos, tirarte al suelo, y escuchar el CD de tu vida. Canción tras canción, no puedes saltarte ninguna, todas han pasado, y de una forma u otra servirán para seguir adelante. No te arrepientas, no te juzgues, se quien eres. Y no hay nada mejor para el mundo. Pausa, rebobinar, play, y más y más aún. Nunca pares la música, no dejes de descubrir sonidos para lograr explicar el caos que tienes dentro. 
Y si te sale una lágrima cuando lo escuchas, no tengas miedo, es como la lágrima de un fan cuando escucha su canción preferida.